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Recomendaciones generales para trabajar
la cooperación y la capacidad de compartir
en casa y en el aula
1. Las páginas de un libro, ¡una excelente oportunidad!
El trabajo previo es mucho más importante de lo que nos imaginamos y situarnos en una tesitura
concreta a través de las páginas de un cuento puede ser una oportunidad única de ahondamiento
y verbalización de las emociones. Frases como “a otros ya les ha pasado” o “es más común de lo
que imaginamos” funcionan tanto con adultos como con pequeños. De cómo nosotros sepamos
reconducirlas depende nuestro éxito.
A través de las páginas de un libro se nos presenta una oportunidad excepcional: podemos hablar,
debatir e incluso sentir sin necesidad de vivir la experiencia realmente.
En ocasiones nos encontramos con pequeños que carecen de las herramientas afectivas necesarias para
enfrentarse a situaciones de conflicto, dolor o angustia. Desconocen lo que les está ocurriendo y jamás
vieron a nadie en una situación similar, o si lo hicieron, no fue
resuelta adecuadamente.
Así, un pequeño círculo de reflexión alrededor
de lo leído siempre nos da la oportunidad de generar
un debate.
2. Juntos, mucho mejor
En estas edades tempranas, el proceso de socialización
está viviendo sus primeros pasos. Los niños y las niñas
normalmente reciben toda la atención por parte de sus
familias. Por eso, llegar a un grupo en el que todos están
en la misma fase de desarrollo,
a pesar de sus pequeñas
diferencias, puede
ser muy duro, pero
también gratificante.
Los conflictos
están servidos,
pero la diversión
y el compañerismo
también. Por ello, todas
las situaciones que vivirán
cotidianamente en el
colegio los ayudarán de un
modo natural a crecer como
personas y como grupo.