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Materiales propuestos:
cinta aislante y / o papel continuo blanco, pintura de dedos blanca, azul
y negra (que mezclaremos proporcionalmente para diferenciar grados de blanco). Cartulinas en tamaño
A6 blancas y rotuladores para las tarjetas.
Tiempo de realización:
dos sesiones de cincuenta minutos.
Objetivo:
trasladar lo leído y comentado a las experiencias diarias, “hacer nuestro” el cuento.
3. ¿Jugamos?
¿A qué estaba jugando Qanik con su familia cuando estalló el drama?
Al parchís, un juego quizá aún un poco complicado para nosotros, pero
que seguro conocemos.
El parchís, como todos los juegos, tiene unas normas y un número de participantes
con los que divertirnos. ¿Hay algún juego al que nos guste jugar en la clase?
Desarrollo:
podemos extrapolar el conocido “Simón dice…” por “Qanik dice…” y observar
cómo todos sabemos seguir las reglas, cuáles son fáciles de obedecer y cuáles nos resultan
francamente imposibles. Nos podemos turnar en el papel de Qanik y ver que todo es mucho mejor
cuando pedimos cosas que están al alcance de la mayoría y que podemos disfrutar con ello.
Tiempo de realización:
veinte minutos.
Objetivo:
reconocer las normas y su utilidad en la convivencia cotidiana.
4. Libro de artista entre todos y para todos
¿Qué hacen tu familia y tus amigos para que te sientas mejor? Seguro que muchísimas cosas.
Desarrollo:
os proponemos la realización de un libro
de artista de gran formato, que vaya viajando por las
casas y en el cual los miembros de las familias puedan
dejar por escrito y dibujado aquello que les hace sentir
bien, aquello que les reconforta cuando sienten
—como Qanik, Oso Polar, Foca y Morsa—
que el mundo se resquebraja bajo sus pies.