We use cookies to enhance your experience on our website. By continuing to use our website, you are agreeing to our use of cookies. You can change your cookie settings at any time. Find out more Esther Lederberg – Diversidad e inclusión

Esther Lederberg

Esther LederbergEsther Miriam Zimmer Lederberg (18 de diciembre de 1922, Nueva York – 11 de noviembre de 2006) fue una importante pionera en la genética bacteriana. Se casó con Joshua Lederberg en 1946, tras lo cual comenzó a trabajar en su doctorado en la Universidad de Wisconsin. Su tesis fue sobre el control genético de mutabilidad en la bacteria Escherichia coli. Esther terminó su doctorado bajo el patrocinio de R. A. Bring, en 1950, el mismo año que descubrió el ciclo lisogénico del bacteriófago lambda. Con Joshua descubrió el fago λ, un virus bacteriano ampliamente utilizado como herramienta para estudiar la regulación de genes y la recombinación genética. La nueva doctora fue la primera en descubrir que el fago λ puede invadir una bacteria e integrar su ADN en el cromosoma de la célula infectada, siguiendo un comportamiento hasta el momento desconocido. Después de la infección, el fago, en vez de multiplicarse rápidamente y destruir a su hospedador, incorpora su material genético al cromosoma bacteriano y logra pasar de una generación a otra sin causar inicialmente daño alguno. Sin embargo, bajo determinadas condiciones, por ejemplo cuando la bacteria se enfrenta a situaciones límites debidas a la escasez de nutrientes en el medio o a bruscos cambios de temperatura, el ADN del fago hasta entonces inactivo recupera su virulencia.

También inventó la técnica de réplica en placa, que se utiliza para aislar y analizar las mutaciones bacterianas y realizar un seguimiento de la resistencia a los antibióticos. Esther, a la que sus colegas consideraban una «genio del laboratorio», trabajó como asistente de investigación de su marido, profesor de la Universidad. No remunerada, por supuesto.

Sus numerosos trabajos, realizados a lo largo de más de cincuenta años de intensa y fructífera actividad investigadora, abrieron la puerta a descubrimientos fundamentales en la genética de los microorganismos. Lamentablemente, su meritoria labor en no pocas ocasiones se ha adjudicado a su marido, quien alcanzaría gran renombre permaneciendo ella casi desconocida.

Ambos experimentaron con las bacterias y la forma en que estas se vuelven inmune a ciertos medicamentos gracias a su carácter adaptativo. Fue este hallazgo el que logró que Josué recibiera tiempo después el Nobel de Fisiología, que compartió con otras dos personas, ninguna de ellas Esther, ninguna de ellas mujer.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *