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SOLUCIONES. COMPRENSIÓN LECTORA
Las alergias
MATERIAL FOTOCOPIABLE
/ © Oxford University Press España, S. A.
Biología y Geología 3.º ESO
La alergia es una respuesta inmunológica que convierte la defensa del organismo en un ataque «en
propio campo». Esto quiere decir que cuando un alérgeno (potencial agresor) entra en contacto con el
organismo, el sistema inmunológico pone en marcha sus defensas. Producida su sensibilización, un
posterior con- tacto dispara la producción de unos anticuerpos (proteínas) llamados inmunoglobulinas E
(Ig E) que reaccionan exageradamente frente a las proteínas del alérgeno y afectan de distinta manera al
aparato respiratorio, al digestivo y a la piel, ocasionando con ello las llamadas enfermedades alérgicas:
asma, dermatitis atópica, rinitis, alergias alimentarias, etcétera. Alergia al polvo
En un gramo de polvo, en cualquier rincón de una vivienda, viven entre 100 y 500 ácaros (aunque pueden
llegar a 20 000), microscópicos arácnidos cuyos excrementos son potentes alérgenos para el ser huma-
no y una de las principales causas del asma bronquial. Los ácaros viven preferentemente entre el polvo
formado por las escamas humanas (su alimento) y de animales, restos de pelo, fibras textiles, bacterias y
restos de alimentos o partículas del mobiliario. Se acumulan en sótanos, armarios, lugares cerrados y
ambientes húmedos, puesto que precisan un cierto nivel de hidratación para vivir, pero no existen por
encima de los 1 800 m de altitud. Proliferan durante la primavera, el inicio del verano y entre los meses de
septiembre y octubre, ya que prefieren temperaturas entre 25-27 °C. Solo viven 10 semanas, pero en ese
tiempo la hembra pone de 40 a 80 huevos, lo que asegura la perpetuación de la especie. Para
combatirlos, se requiere una buena limpieza y ventilación diaria (una temperatura adecuada para evitar
su presencia no debería superar los 18-19 °C), así como prevenir humedades (nada de recipientes con
agua sobre los radiadores). Para la ropa de cama es mejor utilizar hilo, algodón y materiales sintéticos;
los edredones de plumas no son recomendables y conviene lavar las mantas y sábanas semanalmente a
60 °C.
Alergia al polen
En nuestro país, la forma clínica más frecuente de las alergias es la rinitis producida por los pólenes, que
suele ir acompañada de irritación ocular. Es lo que popularmente se conoce como «fiebre del heno». A
menudo se piensa que las pelusillas que desprenden los chopos (en realidad son parte del fruto) y otras
plantas en primavera o las flores que caen de las falsas acacias son pólenes, pero los verdaderos
responsables de las alergias son los pólenes de las plantas que utilizan el aire como vehículo para
reproducirse, como las gramíneas: hierbas comunes, de flor pequeña y poco vistosa; el trigo y la cebada,
o el olivo, uno de los principales responsables de las alergias en la España seca continental. También
son importantes los pólenes de la parietaria, gramínea muy abundante en la zona litoral, y de algunos
árboles como los abedules, cipreses, arizónicas, plátanos de sombra, etcétera. Para prevenir la
enfermedad, es conveniente:
Cerrar las ventanas por la noche y viajar en el coche con la ventanilla cerrada (poner filtros al aire
acondicionado).
Proteger los ojos con gafas al salir a la calle.
No salir de casa los días de viento y reducir las salidas en el período álgido de polinización.
Evitar estar al aire libre entre las cinco y las diez de la mañana (emisión de pólenes) y de siete de la
tarde a diez de la noche (descenso del polen al enfriarse el aire).
Evitar cortar el césped o tumbarse sobre él.
No tender la ropa en el exterior durante los días de polinización alta.
Coral L
ARROSA
Alergias, las defensas nos atacan
,
El País Semanal
(adaptación)
Biología y Geología 3ESO U8 IMPRIMIBLES.pdf 23
10/03/2015 15:06:50