TALLER DEL FILÓSOFO
COMENTARIO DE TEXTOS
138
Bloque II.
Ser humano y cultura
a)
Pon un título al texto de modo que sintetices en él su contenido.
b)
Describe en qué consiste el dilema que san Agustín se plantea y cuáles son las alternativas
que contempla.
c)
¿Por qué no le parecen aceptables ninguna de las alternativas?
a)
Resume el contenido del texto en dos líneas.
b)
¿En qué consiste la revolución de la que se habla
en este texto? ¿Qué desaparecerá y pasará tras
ella?
c)
¿Quién es el protagonista de esa revolución? ¿Es
la revolución fruto de una decisión libre? Justifi-
ca tus respuestas.
a)
Identifica la idea o ideas principales que puedes en-
contrar en este texto.
b)
¿Defiende Ortega en este texto una postura determi-
nista o indeterminista? Justifica tu respuesta.
c)
¿Con cuál de las tres corrientes filosóficas contem-
poráneas que hemos estudiado en esta unidad re-
lacionarías este texto de Ortega? Justifica tu res-
puesta.
Realiza el comentario filosófico de los siguientes textos.
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Pero aunque yo confesaba y creía firmemente que Vos, mi Señor y verdadero Dios, sois incorruptible y ajeno
de mutabilidad y que criasteis no solamente nuestras almas, sino también los cuerpos y generalmente todas
las criaturas, todavía no entendía yo bien claramente cuál es la causa del mal o de lo malo; eso sí, conocía que
cualquiera que ella fuese, debía buscarla de tal modo, que no me viese precisado por ella a creer que Vos,
Dios y Señor inconmutable, erais capaz de alguna mudanza o variedad.
Yo me esforzaba cuanto podía para entender que el libre albedrío de nuestra voluntad era la causa del mal
que obrábamos y la rectitud de vuestro juicio la causa del mal que padecíamos; pero yo no podía entender
esto clara y distintamente. Mas otras veces decía: «¿Quién es el que me ha hecho? ¿Por ventura no es mi Dios,
que no solamente es bueno, sino la misma bondad? ¿Quién puso en mí este veneno? ¿Quién injirió en mi
alma esta raíz de amargura, habiendo sido yo todo y totalmente hecho por mi dulcísimo Dios?».
Agustín
DE
H
IPONA
Confesiones,
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (Adaptación)
Texto 1
Las teorías comunistas, por supuesto, no descansan en las
ideas, en los principios forjados o descubiertos por ningún
redentor de la humanidad. Todas son expresión, en gene-
ral, de las condiciones materiales, de una lucha de clases
real y viva, de un movimiento histórico, que se está desa-
rrollando a la vista de todos. La abolición del régimen de
propiedad vigente no es tampoco ninguna característica
peculiar del comunismo.
Todos los sistemas históricos de propiedad han estado
siempre sujetos a cambios históricos, a alteraciones his-
tóricas constantes. […] Lo que caracteriza al comunismo
no es la abolición de la propiedad en general, sino la
abolición del sistema de propiedad burgués. Este nue-
vo sistema de propiedad burgués es la más acabada y
última expresión de la producción y de la apropiación
de esa producción, basándose esta apropiación en el
enfrentamiento entre clases, en la explotación de unos
hombres por otros.
Karl
M
ARX
y Friedrich
E
NGELS
El manifiesto comunista,
Portal Universia
Texto 2
La vida nos es dada, puesto que no nos la damos a nosotros
mismos, sino que nos encontramos en ella de pronto y sin
saber cómo. Pero la vida que nos es dada no nos es dada he-
cha, sino que necesitamos hacérnosla nosotros, cada cual la
suya. La vida es quehacer. Y lo más grave de estos quehaceres
en que la vida consiste no es que sea preciso hacerlos, sino,
en cierto modo, lo contrario; quiero decir, que nos encon-
tramos siempre forzados a hacer algo, pero no nos encontra-
mos nunca estrictamente forzados a hacer algo determinado,
que no nos es impuesto este o el otro quehacer, como le es
impuesta al astro su trayectoria o a la piedra su gravitación.
Antes que hacer algo, tiene cada hombre que decidir, por
su cuenta y riesgo, lo que va a hacer. Pero esta decisión es
imposible si el hombre no posee algunas convicciones sobre
lo que son las cosas en su derredor, los otros hombres, él mis-
mo. Solo en vista de ellas puede preferir una acción a otra,
puede, en suma, vivir.
José
O
RTEGA
Y
G
ASSET
Historia como sistema,
Revista de Occidente
Texto 3