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DOCUMENTO 4
Nombre: _______________________________________________ Curso: _____ Fecha: _______
MATERIAL FOTOCOPIABLE
/ © Oxford University Press España, S. A.
Filosofía 1.º Bachillerato
Albert Camus: el hombre rebelde
El hombre no es reconocido y no se conoce como hombre mientras se limita a subsistir animalmente.
Tiene que ser reconocido por los otros hombres. Toda conciencia es en su principio de ser reconocida y
saludada como tal por las otras conciencias. Son los otros los que nos engendran. […] Para ser
reconocido por otra conciencia, el hombre debe estar dispuesto a arriesgar su vida y a aceptar la
probabilidad de la muerte. Las relaciones humanas fundamentales son, por lo tanto, relaciones de puro
prestigio, una lucha perpetua, que se burla de la muerte, para el reconocimiento del uno por el otro. [...]
Toda la historia de los hombres no es, en todo caso, sino una larga lucha a muerte para la conquista del
prestigio universal y del poder absoluto. Es por sí misma imperialista. […] En la batahola y el furor de los
siglos, cada conciencia, para ser, quiere en adelante la muerte de la otra. Por añadidura, esta tragedia
implacable es absurda, pues en el caso en que una de las conciencias fuera aniquilada, la conciencia
victoriosa no sería reconocida por ello, pues no puede serlo por lo que ya no existe. En realidad, la
filosofía de aparentar encuentra en esto su límite.
El amo, para desdicha suya, es reconocido en su autonomía por una conciencia que él mismo no
reconoce como autónoma. Por lo tanto, no puede sentirse satisfecho y su autonomía es negativa. El
señorío es un atolladero. Puesto que tampoco puede renunciar al señorío y volver a convertirse en
esclavo, el destino eterno de los amos es vivir insatisfechos o que los maten. El amo no sirve en la
historia sino para suscitar la conciencia servil, la única que crea la historia justamente. En efecto, el
esclavo no esta ligado a su condición, quiere cambiarla. Por lo tanto, al contrario que su amo, puede
educarse; lo que se llama historia no es sino la serie de sus largos esfuerzos para obtener la libertad
real. Mediante el trabajo, mediante la transformación del mundo natural en un mundo técnico, se liberta
ya de esa naturaleza que estaba al principio de su esclavitud, pues no había sabido elevarse sobre ella
mediante la aceptación de la muerte. El esclavo no se eleva al nivel de la totalidad humana hasta la
angustia de la muerte, sentida en una humillación de todo el ser. Sabe en adelante que esa totalidad
existe; solo le falta conquistarla a través de una larga serie de luchas contra la naturaleza y contra los
amos. La historia se identifica, por lo tanto, con la historia del trabajo y de la rebelión.
La historia de las revoluciones muestra, no obstante, que justicia y libertad entran casi siempre en
conflicto, como si sus ideas mutuas fueran inconciliables. La libertad absoluta es el derecho a dominar
del más fuerte. Mantiene, por lo tanto, los conflictos que benefician a la injusticia. La justicia absoluta
pasa por la supresión de toda contradicción: destruye la libertad. La revolución por la justicia y la libertad
termina poniendo a una contra la otra…
Albert C
AMUS
El hombre rebelde,
Losada
Actividades
1.
¿Cual es la condición, según Camus, para que el hombre sea hombre?
2.
¿Qué quiere decir el autor cuando afirma que «las relaciones humanas fundamentales son
relaciones de prestigio»? ¿Estás de acuerdo? Razona tu respuesta.
3.
¿En qué consiste la paradoja del ansia de dominación?
4.
¿Cómo puede liberarse el esclavo de la dominación?
5.
Según el autor, ¿qué contradicción se da entre libertad y justicia?
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