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El sentido de la existencia humana
Evaluación
Solucionario de las evaluaciones
PRUEBA A
1c, 2b, 3d, 4c, 5a, 6c, 7c, 8b, 9a, 10d, 11c, 12c, 13c, 14b, 15c,
16a, 17c, 18b, 19d, 20d.
PRUEBA B
1.
a)
El tema del texto es la libertad y la tesis defendida se re-
fiere a la imposibilidad de definirla como si se tratara de
cualquier cosa fija o constituida, es decir que, por care-
cer de esencia, la libertad es indefinible e innombrable.
La estructura del texto incluye tres partes principales:
la primera sienta la tesis («La libertad no tiene esen-
cia. No está sometida a ninguna necesidad lógica») y,
para ilustrarla, acude a la comparación con la noción
del existente humano de Heidegger. La segunda parte
presenta un argumento como prueba de la tesis. El au-
tor razona que la libertad siempre se constituye como
un acto —un acto libre— dotado de motivos, móviles
o fines. El acto en que la libertad se convierte sí está
constituido y cabría, en todo caso, definir la esencia de
tal acto pero no de la libertad misma, que está detrás
del acto, convertida en él. Para definir la libertad, ha-
bría que remontarse a la potencia constitutiva del acto
libre, es decir, al principio que se ha realizado como
aquel preciso acto libre. Ahora bien, si nos remontamos
a la potencia constitutiva del acto libre, nos encontra-
ríamos con el mismo problema: el de una realidad ya
constituida que, si es libre, no es la esencia misma de la
libertad y habría un regreso indefinido. La tercera parte
se centra de nuevo en la idea principal: la libertad es
una existencia que se hace perpetuamente a sí misma,
de modo que carece de concepto, es innombrable y
no se puede aprehender. Ordinariamente, las palabras
significan conceptos y estos definen realidades fijas o
constituidas. Pero, en el caso de la palabra libertad,
no es así:
libertad
significa «una existencia no fija, una
existencia que se hace perpetuamente».
b)
El indeterminismo es la postura filosófica que, frente al
determinismo, defiende la libertad humana. Por su par-
te, el existencialismo —representado por Sartre— es la
forma más radical del indeterminismo, porque no solo
defiende la libertad del ser humano, sino que afirma
que la existencia humana no tiene otra esencia aparte
de su libertad. En efecto, si el hombre es pura libertad y
la libertad carece de esencia, según se dice en el texto, la
conclusión es que el ser humano carece de esencia:
será lo que en cada caso vaya haciéndose a sí mismo.
En función de su libertad, el existente humano —según
Sartre— es una perpetua inquietud que nunca llega a
ser nada determinado.
c)
La frase de Heidegger recoge gráficamente la postura
de la filosofía sobre la existencia: el ser humano carece
de esencia, no tiene un modo de ser determinado que
quepa en un concepto. Es pura existencia de la que de-
pende dotarse a sí misma de esencia y configurarse a
través de sus elecciones libres. El hombre, tal como lo
concibe el existencialista, si no es definible es porque
empieza por no ser nada. Solo será después y será tal
como se haya hecho.
2.
a)
La
antropología filosófica
es la disciplina pertene-
ciente a la filosofía cuyo objeto es el propio ser humano
en su integridad.
b)
El
alma,
según Aristóteles, es la forma del cuerpo, es
decir, el principio que organiza y da vida a la materia
corporal humana.
c)
La
libertad,
según santo Tomás, es la capacidad que
la voluntad tiene de elegir y perseguir el bien que el
intelecto descubre.
d)
La
Ilustración
es el movimiento cultural y filosófico ca-
racterístico del siglo
XVIII
, que defendía la autonomía del
ser humano a través del uso de la razón y la difusión de
la labor educativa. Creía firmemente en el progreso
de la humanidad.
e)
El
historicismo
es la corriente filosófica propia de fina-
les del siglo
XIX
que, en contra del positivismo, conside-
ra la necesidad de emplear un método especial para el
estudio del ser humano basado en la comprensión.
f)
El
determinismo
es la postura filosófica que niega la li-
bertad humana, a la que considera una apariencia bajo
la que se esconde el desconocimiento de las verdaderas
causas determinantes de nuestras acciones.
3.
Sócrates fue el filósofo griego iniciador de la antropolo-
gía filosófica, puesto que fue el primero que intentó com-
prender al ser humano en un sentido global. De ahí que
intentara hacer compatibles la dimensión interior de la per-
sona —su intimidad— con su dimensión social. Por una
parte, el ideal de la filosofía socrática es el «Conócete a
ti mismo» del frontispicio del templo de Apolo en Delfos;
por otra, el conocimiento propio aporta el conocimiento
de lo humano en general. Este solo se consigue mediante
el diálogo, que es el método filosófico característico de Só-
crates. En resumen, este pensador aportó a la filosofía el
impulso que hace del ser humano su tema principal y que,
por lo tanto, da inicio a la antropología filosófica; el con-
vencimiento de que el ser humano no es puro individuo,
sino que encuentra su realización en el seno de la socie-
dad; la idea de que el saber más importante es el conoci-
miento propio, pues es en la propia intimidad donde mejor
cabe conocer lo humano; y la idea de que solo a través
del diálogo podemos encontrar la verdad sobre el hombre.
4.
La consciencia de la muerte es un aspecto que nos diferen-
cia del resto de animales. Estos viven plenamente al día,
sin memoria y sin proyección de futuro; sin consciencia de
que antes o después llegará inexorablemente el final de su
vida. El ser humano, en cambio, se caracteriza por sobrevo-
lar el tiempo, por su memoria, que lo hace consciente de sí
mismo, y por su capacidad de avistar que su destino no es
la permanencia en este mundo. Incluso con independencia
de las creencias religiosas, la consciencia de la muerte nos
hará, por lo tanto, más humanos, más capaces de proyec-
tar nuestra vida desde una perspectiva menos superficial,
más profunda.
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