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Bloque I
. La literatura de la Antigüedad al siglo
xvii
4.
El teatro clásico francés
El teatro clásico francés constituye una reacción, basada en la
razón
y el
equilibrio,
contra los excesos del teatro barroco. Presenta, por tanto, algunas características
específicas respecto al drama isabelino inglés o a la comedia nacional española
representadas, respectivamente, por Shakespeare y Lope de Vega.
❚
Respeta, con algunas excepciones, la
regla de las tres unidades:
la acción es
única y transcurre en un solo decorado durante, a lo sumo, un día.
❚
Las piezas responden al criterio del
decoro
o buen gusto.
❚
Los autores buscan la
verosimilitud
y, por consiguiente, rechazan tanto los argu-
mentos descabellados como los elementos de tipo fantástico o sobrenatural.
❚
En general, se observa una nítida
distinción genérica
entre la
tragedia
y la
comedia,
frente a la mezcla de elementos trágicos y cómicos propios de las obras
de Shakespeare o del teatro español del Siglo de Oro.
4.1.
La tragedia: Corneille y Racine
Los principales tragediógrafos clásicos franceses son
Pierre Corneille
(1606-1684)
y
Jean Racine
(1639-1699).
La obra más destacada de
Corneille
es
El Cid
—inspirada en la española
Las mocedades
del Cid,
de Guillén de Castro—, que despertó una gran polémica por su inobservan-
cia de las reglas establecidas por la preceptiva clásica.
Por su parte,
Racine
escribió tan solo doce tragedias, con argumento mitológico o
bíblico, cuyo valor fundamental radica en la belleza y musicalidad del texto, escrito
en versos alejandrinos. En
Fedra
,
su obra cumbre, presenta en escena la pasión
fatal de la protagonista, esposa de Teseo, por su hijastro Hipólito.
4.2.
La comedia: Molière
El autor más destacado de la tradición clásica francesa es Molière, cuyas comedias
se caracterizan por su
intención satírica.
En estas obras el autor critica, por medio
del humor, los vicios o defectos de la sociedad de su tiempo.
Principales obras
En la producción de Molière destacan tres títulos, que
comparten la
denuncia de la hipocresía:
❚
Tartufo.
El personaje que da título a la comedia es un
impostor que pretende casarse con la hija de
Orgón,
su
anfitrión, y a la vez, seducir a la esposa de este. La obra
provocó el descontento de la jerarquía eclesial, pues Tartufo
se caracteriza por una
extrema y fingida devoción.
❚
Don Juan.
En esta nueva recreación del
mito del
conquistador,
el personaje justifica su conducta afirmando que
«la hipocresía es un vicio de moda» y «todo espíritu sabio debe
adaptarse a los vicios de su siglo». Tras engañar a sucesivas mujeres
con promesas de matrimonio, muere fulminado por el fuego del infierno,
mientras su criado Sganarelle se lamenta: «¡Mi salario, mi salario!».
❚
El misántropo.
Alceste, enamorado de Celimene, es un hombre desengañado de la
condición humana, que rechaza con intransigencia las convenciones de la vida en sociedad.
La obra termina con su definitiva y conmovedora
huida del mundo.
Tanto en las obras anteriores como en las que tratan de la
condición de la mujer
(La escuela de mujeres, Las preciosas ridículas)
o de la
obsesión por el dinero
(El avaro),
Moliére emplea recursos de comicidad tomados de la
commedia dell’arte
italiana y de la comedia latina (malentendidos, entradas inoportunas…), que com-
bina con la sutileza y la profundidad psicológica en la creación de caracteres.
BIOGRAFÍA
Molière
(1622-1673) La vida de Jean-Baptiste
Poquelin, apodado Molière, estuvo con-
sagrada al teatro: además de drama-
turgo, fue empresario, director y actor
especialmente dotado para la come-
dia. Con su compañía recorrió Francia
durante largas giras, y gozó del favor
del rey Luis XIV, quien lo protegió de los
ataques de sus enemigos. La leyenda
dice que murió en el escenario, vestido
de amarillo, representando El enfermo
imaginario.