Profesor - page 30

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El teatro europeo del siglo
XVII
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Soluciones de las actividades
1.
El rey reconoce la gravedad de su delito, que él mismo des-
cribe en el verso 3 como
fratricidio
. Para usurpar el trono
que ocupaba su hermano, ha envenenado a este mientras
dormía, introduciéndole una pócima mortal en el oído.
2.
Como él mismo confiesa, son tres los móviles de su crimen:
«la corona, la reina, mi ambición». Gracias a su felonía, ha
conseguido subir al trono de Dinamarca, se ha casado con
la esposa de su hermano y ha obtenido la más alta de las
dignidades: el trono. Además, como él mismo reconoce,
es incapaz de renunciar a ellos, motivo por el cual oculta
su asesinato a pesar del tormento que le genera.
3.
El rey muestra su rechazo al crimen que ha cometido. A
pesar de que el dolor lo corroe, no puede rezar para pedir el
perdón, puesto que gracias a esa acción ha conseguido
el título de rey y a la reina, a los que no está dispuesto
a renunciar. Si bien podría usar alguna artimaña para ser
absuelto por la justicia, sabe que el cielo no puede ser enga-
ñado con ninguna argucia, a pesar de lo cual es incapaz
de arrepentirse. El rey, por tanto, se muestra abatido al
ver su debilidad y su mezquindad, pero no tiene valor para
reparar su crimen y pide ayuda al cielo.
4.
El texto es rico en elementos expresivos y apelativos. Entre
ellos, cabe destacar:
Hipérbole:
«su hedor llega hasta el cielo»; «¡Corazón
más negro que la muerte!»
Metáfora:
«la primera y primitiva maldición» (el fratrici-
dio de Caín a Abel).
Pregunta retórica:
«¿para qué sirve la gracia si no es
para mirar…?», «¿qué suerte de oración me serviría?»;
«¿qué me resta?».
Personificación:
«mirar al pecado cara a cara«; «el pro-
pio botín compra a la ley», «alma atrapada».
Símil:
«¡Corazón más negro que la muerte!»; «sé tierno
como un recién nacido».
Trimembración:
«la corona, la reina, mi ambición».
Metonimia:
«la mano dadivosa del culpable» (los pagos
que este realiza para ser absuelto).
Anáfora:
«allí no hay fraude, allí el acto muestra».
Concatenación:
«¿qué me resta? / Ver qué puede el
arrepentimiento. ¿Qué no podrá? / Mas, ¿qué puede
cuando uno…?».
Optación:
«¡Amparadme, ángeles, queredlo!»
Vocativo o execración:
«¡Mísero estado! ¡Corazón
más negro que la muerte!».
Apóstrofe:
«Doblaos, rígidas rodillas».
Paradoja:
«que luchando por librarse / más se enreda».
Además, es especialmente notable la adjetivación usada
por Shakespeare, que abunda en lo negativo de la acción
acumulando adyacentes calificativos dentro de una isoto-
pía que refuerza la valoración nefasta del crimen.
5.
Hamlet
es una de las grandes tragedias de Shakespeare,
en las que aborda las grandes pasiones humanas, que se
caracterizan por el análisis profundo de personajes con-
flictivos y complejos. Forman parte de este mismo grupo
Romeo y Julieta, Macbeth, Otelo
o
El rey Lear.
6.
El principal rasgo del fragmento comentado es que se trata
de un monólogo. Con el empleo de esta modalidad discur-
siva, Shakespeare consigue plasmar de una manera directa
la psicología, las tensiones y las reflexiones de los perso-
najes. Destaca especialmente la densidad ideológica —el
tema complejo de la asunción de la culpa y la imposibilidad
del arrepentimiento, de la justicia frente a los intereses, del
poder divino frente al terrenal—, que nos permiten com-
prender el verdadero carácter del rey. Asimismo, se puede
percibir la perfección formal y estilística, no solo por la acu-
mulación de recursos, sino por su adecuación al contenido
del personaje.
Dado que el texto es una traducción, no se puede valorar
directamente, pero trata de respetar el uso del verso, que
Shakespeare emplea preferentemente para los monólogos
graves o de personajes elevados, alternándolo con la prosa
para propósitos más leves.
En cuanto al registro, vemos una clara explotación de lo
trágico, que contrastará en la obra con otros pasajes más
livianos o con otros personajes de carácter cómico.
Además, podemos reconocer en Shakespeare la construc-
ción en cinco actos de sus obras y, sobre todo, la ruptura de
la regla aristotélica de las tres unidades: espacio (pueden
ser varios y alejados entre sí), tiempo (la acción puede de-
sarrollarse en largos periodos de tiempo) y acción (junto a
la trama principal, se desarrollan otras protagonizadas por
personajes secundarios).
Este estilo complejo y elevado contrasta con el teatro clási-
co francés, a pesar de que ambos ahondan en la tradición
teatral. El rasgo más notable es el respeto permanente de
las tres unidades, según la
Poética
de Aristóteles, seguida
por numerosos preceptistas franceses del
XVII
. Además, el
teatro francés pone el decoro (adecuación del lenguaje y
actos de los personajes a su condición) y la verosimilitud
como rasgos irrenunciables
frente a los personajes que
actúan en contra de lo esperado por su condición y frente
a la fantasía de Shakespeare
. Del mismo modo, en
este teatro se distingue claramente comedia y tragedia,
mientras que en Shakespeare hallaremos rasgos cómicos
en sus tragedias.
Por todo lo expuesto, se percibe que estamos ante dos
modos antagónicos, aunque complementarios, de entender
el hecho teatral.
7.
La respuesta es la que sigue:
a)
Shylock:
usurero judío que protagoniza la obra
El mer-
cader de Venecia.
Su miseria y avaricia llega al punto de
hacer un préstamo para el que exige, en caso de retra-
so, una libra de carne de su deudor.
b)
Falstaff:
personaje cómico que aparece en
Enrique IV,
y que regresará en
Enrique V, Las alegres comadres de
Windsor
y
Ricardo II.
Se trata de un caballero gordo y
cobarde, cuya mayor devoción es la bebida, por lo que
será repudiado finalmente.
c)
Yago:
uno de los mayores villanos de la obra de Shakes-
peare, perteneciente a su tragedia
Otelo
. Es el sirviente
del protagonista, a quien odia, por lo que maquinará la
trama que conducirá a Otelo a sentir unos celos asesi-
nos que le llevan a asesinar a Desdémona. Es la encar-
nación máxima de la envidia y de la discordia motivadas
únicamente por sus intereses y por su maldad.
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