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El sentido de la existencia humana
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En ciencias sociales:
desde la perspectiva del ser humano
como ser social, las ciencias sociales también han establecido
otras variables que determinan nuestra conducta:
◗
Variables económicas: nuestro horizonte depende de en qué
tipo de sociedad vivamos, del sistema productivo, de a
qué grupo social pertenezcamos.
◗
Variables tecnológicas: dependiendo del grado de desarro-
llo tecnológico de la sociedad en donde vivamos, nuestro
modo de vida será uno u otro.
◗
Variables geográficas: dependiendo del lugar donde haya-
mos nacido, de sus condiciones orográficas, medioambien-
tales... nuestra condición de vida será una u otra, nuestra
cultura desarrollará unos intereses u otros, adaptándose al
medio que le ha tocado.
−
En psicología:
la psicología también ha desarrollado varias
formulaciones del determinismo en distintas escuelas.
−
Ambiental:
los conductistas sostienen que nuestro comporta-
miento está determinado por las influencias ambientales que
nos han enseñado a ser quienes somos, a través de mecanis-
mos de asociación de determinadas conductas con premios o
castigos, respuestas placenteras o dolorosas.
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Inconsciente:
desde el psicoanálisis se puede llegar a concebir
nuestra personalidad como determinada por los mecanismos
de represión y por las demandas inconscientes de nuestro
Ello.
Posturas indeterministas:
frente a las ideas deterministas, que
niegan la libertad y, en última instancia, minimizarán nuestra res-
ponsabilidad sobre nuestros actos, los indeterministas han sos-
tenido y argumentado que el ser humano se caracteriza por ser
dueño de su propia vida.
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Indeterminismo religioso:
frente a las nociones míticas y re-
ligiosas del destino como dueño de nuestra vida, algunas reli-
giones, como el judaísmo, el islamismo y el cristianismo, sos-
tienen que Dios nos ha creado libres y, por tanto, responsables
de nuestra salvación. No obstante, el pensamiento religioso es
capaz de compaginar esta idea con la aparentemente contra-
dictoria de la omnisciencia de Dios. La contradicción es supera-
da a través de la fe y la convicción de que la razón no puede
comprender el misterio de la divinidad y su Creación.
❚
Indeterminismo filosófico:
de modo más radical, desde la
filosofía socrática se acentúa el poder de la razón humana para
determinar el camino de nuestra propia vida y librarnos de los
dictados externos. Esta idea fue reformulada a finales del siglo
XVIII
por Kant de un modo aun más radical y claro, sosteniendo
la autonomía de la razón como imperativo que representa la
superior dignidad del ser humano. Posteriormente, en el siglo
XX
, el existencialismo apostó por la absoluta libertad y apertu-
ra de la vida humana a construir su propia narratividad, más
allá de la simple legalidad abstracta a la que se refería la ética
kantiana. En todas estas tradiciones filosóficas, el determinis-
mo científico aparece, desde el plano de la ontología, en un
lugar secundario, como una hipótesis útil desde el punto de
vista práctico-instrumental, pero incapaz de explicar la realidad
en su aspecto más íntimo, el de nuestra libertad. Esta aparece
aquí como una realidad y una verdad más fundamental, de una
urgencia práctico-moral mayor.
❚
Indeterminismo ontológico
(Heisenberg): sin duda, el inde-
terminismo más radical y, tal vez, el que pone en duda en su
propio terreno al determinismo científico, es el indeterminis-
mo ontológico postulado por la mecánica cuántica. Heisenberg
descubrió que en sus niveles más ínfimos, la materia se com-
porta de un modo impredecible. No es posible saber de ante-
mano si los cuantos actuarán como corpúsculos o como ondas.
Ante esta paradoja, la mecánica cuántica opta por utilizar la
estadística y reconocer la propensionalidad de la materia en su
forma mínima, esto es, la mecánica determinista no es una teo-
ría válida cuando hablamos de microfísica. Las consecuencias
filosóficas de esta teoría son enormes, pues parece abrirse la
posibilidad de hacer compatible el mundo fenoménico de las
ciencias naturales con la idea de la libertad.